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Cómo descubrir tus fortalezas

By Kevin Zanzi • 4 min de lectura

2025-07-23

Las fortalezas son nuestros puntos fuertes, es decir, donde destacamos de forma natural. Es importante conocerlas para usarlas de manera efectiva, y si no encontramos un lugar donde aplicarlas, podemos buscar o crear oportunidades que las aprovechen.

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En este artículo…

Introducción

Las fortalezas son nuestros puntos fuertes, es decir, donde destacamos de forma natural. Es importante conocerlas para usarlas de manera efectiva y, si no encontramos un lugar donde aplicarlas, podemos buscar o crear oportunidades que las aprovechen.

Quizás te estés preguntando cómo descubrir estas fortalezas que ya posees. Una excelente forma es a través de tus experiencias.

Si bien yo voy a hablar de mi experiencia laboral, estas no son las únicas experiencias válidas. Por ejemplo, los trabajos en equipo del secundario, terciario o la universidad son perfectos, es decir, cualquier situación donde hayas actuado y logrado un impacto. Simplemente preguntate “¿Qué fue lo que hice? ¿Al grupo le fue mejor gracias a mis acciones?“. Y no sólo lo académico; si participaste en un voluntariado, ayudaste en la vía pública, organizaste un evento importante, etc., siempre podés hacerte estas preguntas y así descubrir tus fortalezas.

Aclarando esto, me gustaría contarte un par de historias para responder a esta incógnita y también para ayudarte a responderla.

Primera Historia

Al comienzo de mi primera experiencia laboral en la industria del software me encontraba dentro de un squad de 10 personas, todos juniors. El desafío surgió debido a una contratación general sin tener en cuenta la preferencia individual. Al comenzar, se nos pidió que nos distribuyéramos a lo largo de varios roles predefinidos: backend, frontend, devops, tester, analista desarrollador, y diseñador. El inconveniente fue que todos preferían el rol de backend.

Al llegar a mi casa me cuestioné cómo podría solucionar dicho problema, por lo que me senté y me pregunté “Si todos quieren el mismo rol, ¿también podríamos estar interesados en un segundo rol?“. Ante esta retrospectiva, decidí anotar los nombres de todos y cada uno de nosotros en una lista, incluyéndome.

Al día siguiente, me dirigí directamente a mi squad y les presenté mi solución, la cual fue muy bien recibida. Les pregunté “Si no fuera el rol de backend, ¿qué segundo rol preferirían?” y, como era de esperar, todos respondieron “backend”.

Al ver esto, ajusté mi pregunta, “si no estaría el rol de backend, qué otros roles, como segunda y tercera opción, elegirían”. Una vez que anoté las diferentes opciones para cada miembro del equipo, me enfoqué en aquellos roles que sólo tenían un pretendiente, ya que eran los únicos con un mínimo interés en ellos.

En este punto, logramos contar con un devops, un tester y un analista, quedando así los últimos tres roles: backend, frontend y diseñador. El problema persistía, ya que los miembros restantes no estaban muy inclinados hacia estos últimos dos roles. Llegados al caso, propuse una nueva alternativa: el azar, alegando que sería la forma más justa para decidir quiénes ocuparían estos cargos. Mi propuesta fue aceptada, y usamos una rueda online donde se escribieron los nombres para sortear los roles restantes.

Finalmente, todo el squad se distribuyó perfectamente en los roles sin inconvenientes.

Segunda Historia

Durante nuestro primer Sprint, me enfoqué en analizar los requerimientos funcionales y, junto con un compañero, desarrollamos un diagrama de clases UML para facilitar la comprensión del sistema. Al concluir, me tomé el tiempo para ver cómo avanzaban los demás roles y ofrecí mi apoyo para colaborar en caso de que lo necesitaran.

En particular, el equipo de frontend estaba explorando nuevas herramientas, lo que presentaba desafíos. Si bien yo desconocía la tecnología utilizada en aquél momento, empecé a colaborar con ellos, con la documentación y el navegador listos. Mi primera asignación dentro del frontend fue crear, implementar y mantener la navegación del sistema.

Luego, debido a que un compañero tuvo que repentinamente retirarse del squad, me enfoqué en implementar el sistema de seguimiento de eventos de la organización, la cual permite acceder a todos los detalles actualizados de cada evento a través de un código único.

Conclusión

Ahora intentemos desglosar las fortalezas a partir de nuestras historias para finalmente respondernos.

En la primera, noto que ante una adversidad, fui creativo para desarrollar una solución ante el problema de la distribución de roles. Además, cuando esta solución no dió abasto, rápidamente propuse una segunda alternativa, logrando distribuir los roles de buena manera.

De la segunda historia, podemos observar que me enfoqué en mi trabajo, pero al tener un espacio libre, decidí involucrarme con el resto del equipo y colaborar con ellos para impulsar nuestra eficiencia y eficacia. Así mismo, se puede ver que me adapto a nuevas herramientas y tecnologías de manera rápida.

Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta?

Concluyendo, las fortalezas observadas son: creatividad, solución de problemas, liderazgo, trabajo en equipo y adaptabilidad.

Conocer estas fortalezas no sólo te ayuda a entenderte mejor, sino también a guiar tus decisiones profesionales y a encontrar los roles donde realmente puedes brillar.

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